Diga que le debo
Diga que le debo, que me diga que le deboooooo ..... Eso decía una canción de Siniestro Total (creo que era de ellos). Y eso le dije esta mañana al camarero del bar a dónde me fui a desayunar después de llegar a las 8 y media!!!! al curre. El tiempo a veces es caprichoso y no tiene la duración esperada. Si, sé que parece una incongruencia porque el tiempo es tiempo pero últimamente parece que su ritmo es aleatorio: a veces me parece que corre demasiado y que pasa muy deprisa y otros días, como esta mañana va a un ritmo más lento Sé que es imposible pero también a mi me parece imposible que levantándome más tarde y cogiendo los mismos medios de transporte llegue unos días casi a las 9 y otros, como hoy, a las 8 y pico. Sé que depende de las combinaciones de trenes-buses-metro pero no deja de sorprenderme (y fastidiarme, ¿por qué mentir? ya que podría dormir un rato más). En fin, después de esta reflexión matutina-mañanera que ni aclara ni aporta nada, voy a divagar otro poco ya que hoy