Días despistados .....
Hay días que se pasan rápido y sin que nos dé tiempo a saber ni qué pasó.
Inmersos en la cotidianeidad y las prisas, somos autómatas.
Esos son los días en que de repente un pensamiento te asalta y no sabes si lo hiciste o no: ¿cerré la puerta?, ¿apagué la cocina? .....
Nuestra mente va tan rápido, anticipándose a todo lo que tiene que hacer y nos mete prisa.
Así que hacemos esas cosas diarias de manera mecánica: nos levantamos, nos duchamos, nos vestimos ....
Un día de esos, decidí cambiar la ropa y poner un vestido.
Como no sabía qué calzarme, probé un botín de cada para elegir.
Me fui a trabajar pero ..... al llegar al metro, justo antes de empezar a bajar las escaleras miré hacia abajo y ....
¡UN BOTÍN NEGRO EN EL PIE DERECHO Y UN BOTÍN MARRÓN EN EL PIE IZQUIERDO!
Con las prisas, mi cabeza me había dado otra orden después de probar el que quedaría mejor.
Por supuesto, no fue elegir y poner el otro sino darme prisa para no llegar tarde a trabajar.
Obviamente ese día sí llegué tarde porque tuve que volver a cambiar uno de los botines.
Otro día podría perfectamente llegar a trabajar con uno de cada ......
¡MADRE MÍA! Qué cabeza!
Comentarios
Publicar un comentario