La naturaleza tiene su ritmo
Allá por el 20 de Agosto un erizo de mar y yo tuvimos un encontronazo (y nunca mejor dicho porque en realidad fui yo quien di una patada a la roca donde él estaba tranquilamente)
Fue una experiencia muy dolorosa y, a pesar de intentar buscar todas las soluciones a mi alcance con la mayor premura, resultó que el único modo fue paciencia y tiempo.
Eso que a los humanos nos cuesta tanto, sobre todo a mi.
Las espinas supuestamente salen solas o se disuelven aplicando vinagre.
En mi caso tardaron más de 2 meses y de hecho creo que una sigue ahí a modo de recordatorio.
"Para ti, que buscas con urgencia respuestas inmediatas .... Sigo aquí para recordarte que las cosas van despacio y tienes que ejercitar tu paciencia" .
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