La belleza no es inmediata
La semana pasada una amiga me regaló un ramo de flores.
Ese regalo fue de lo más emotivo de los últimos tiempos: el detalle, el momento, el significado, el sentimiento .....
Las puse en un jarrón y alegraron mi salón, un poco.
Y digo un poco porque ahora, una semana después lucen en todo su esplendor.
Necesitaban tiempo para mostrarse plenas, para manifestar todo lo que son y ser admiradas en su plenitud.
Nuevamente la misma moraleja: TIEMPO.
Eso que es a la vez tan fugaz y efímero pero tan necesario en su devenir para poder apreciar la belleza .
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