En Tokyo
Estoy tan cansada que me muero de sueño …. Me duele todo el cuerpo …. Pero es cansancio de semi-vacaciones así que es del que sienta bien.
No quiero dejar de apuntar las anécdotas antes de que se me olviden porque unas risas siempre son buenas, aunque se aa pesar de la torpeza de una española en Tokio.
La anécdota de ayer fue en uno de esos baños del metro (es una maravilla que en muchas de las estaciones haya baños, siempre tan limpios a pesar de que no siempre tienen taza).
Aprovechando que había uno con taza, ahí me fui y claro, era para discapacitados.
El problema es que no encontraba la cadena porque muchas veces tiene sensor, así que vi un botón rojo y le di y empezó a sonar una alarma.
A los 3 segundos encontré la cisterna y salí tan dignamente del aseo al tiempo que por el pasillo se acercaban a todo correr dos empleados del metro que debieron pensar que alguien estaba en apauros…
Empiezo a ser una experta en el metro más concurrido y grande del mundo.
Ya estoy familiarizada con las decenas delíneas aunque eso no me impide meterme en el tren que no es o irme a una línea equivocada pero la capacidad de reacción es rápida; lo cual conlleva un retraso de no menos de 15 minutos (tan largos son los intercambios entre unas líneas y otras que hay hasta 8 salidas en calles diferentes).
El viernes me quedé hasta tarde en la ofi y cuando salí llovía, así que entre el cansancio y la lluvia no apetecía otra cosa que quedarse en el hotel.
Cené en el restaurante del último piso (en la planta 40) con vistas al Monte Fuji aunque como llovía no se llegaba a ver ….
Me decidí por este restaurante no sólo por las vistas (porque más o menos desde mi habitación de la planta 38 se ve prácticamente lo mismo) sino más bien porque decía que el tipo de comida era continental.
No pedía una hamburguesa pero pensé que sería algo más parecido a la comida europea aunque me equivocaba.
No era sushi pero bueno, poco le faltó.
Además no había arroz porque para acompañar la comida en este caso tenían pan y no arroz, así que bueno, mayormente mi cena consistió en una ensalada César y pan.
Sábado: primer día de turismo en solitario en la gran urbe.
¡Qué emoción!
Voy al metro y me intimida tal cantidad de líneas de colorines …. Menos mal que voy al final de una línea y eso no tiene pérdida.
Asakusa es el destino final y desde ahí no fue difícil encontrar el templo Sensoji, también conocido como Asakusa Kannon Temple que es uno de los templos más antiguos de Tokyo.
Para llegar al templo se accede por la calle Kaminarimon (que suena a Caminarium o algo así...) y la calle que empieza en esta puerta con un gran farol rojo, está circundada por tiendas de Souvenirs a ambos lados de la calle.
El templo es grande e impresionante y la arquitectura recuerda a los palacios chinos pero en el interior es muy austero.
Lo mejor es que alrededor hay jardines y otros templetes pequeños y en uno de ellos están celebrando una boda.
Ahí venden todo tipo de souvenirs: farolillos, abanicos, sandalias, calcetines ..... ah! y Kimonos y Yukatas, que no es lo mismo.
El kimono suele ser más caro y normalmente lo utilizan para ocasiones formales como bodas, ceremonia del té o funerales.
El yukata es más informal aunque tiene una hechura parecida, pero no se necesita obi (el cinturón) y es más cómodo de llevar.
Además del templo, hay pagodas y jardines. Toda la zona es muy chula.
Y bueno, en uno de los otros templos había una boda, así que estuve viendo cómo los novios vestidos con kimonos eran conducidos al templo, una ceremonia interesante.
Luego me fui a dar una vuelta por los alrededores y, como el barco para hacer el paseo fluvial tardaba en salir, decidí ir a la zona de Sibuya.
Además del templo, hay pagodas y jardines. Toda la zona es muy chula.
Y bueno, en uno de los otros templos había una boda, así que estuve viendo cómo los novios vestidos con kimonos eran conducidos al templo, una ceremonia interesante.
Luego me fui a dar una vuelta por los alrededores y, como el barco para hacer el paseo fluvial tardaba en salir, decidí ir a la zona de Sibuya.
Ahí la salida del metro te lleva directamente a una de las cadenas de grandes almacenes más famosas.
Lo flipante es cuando se sale de allí ..... la calle está llena de gente ya que es uno de los principales puntos de encuentro de los jóvenes y luego cada vez que se abren los semáforos, marabuntas de peatones cruzan la calle.
¡Alucinante!
También hay un montón de pantallas en los edificios y carteles de Neon.
Una zona muy animada y muy trendy.
Ahí encontré un italiano donde cené y luego me fui al hotel, después de darme una vuelta por otra de las tiendas más conocidas de la zona: Loft que tiene de todo para la casa.
Así que llegué al hotel rendida, cerca de las 9 de la noche.
Prácticamente 12 horas de rule!!!
No quiero dejar de apuntar las anécdotas antes de que se me olviden porque unas risas siempre son buenas, aunque se aa pesar de la torpeza de una española en Tokio.
La anécdota de ayer fue en uno de esos baños del metro (es una maravilla que en muchas de las estaciones haya baños, siempre tan limpios a pesar de que no siempre tienen taza).
Aprovechando que había uno con taza, ahí me fui y claro, era para discapacitados.
El problema es que no encontraba la cadena porque muchas veces tiene sensor, así que vi un botón rojo y le di y empezó a sonar una alarma.
A los 3 segundos encontré la cisterna y salí tan dignamente del aseo al tiempo que por el pasillo se acercaban a todo correr dos empleados del metro que debieron pensar que alguien estaba en apauros…
Empiezo a ser una experta en el metro más concurrido y grande del mundo.
Ya estoy familiarizada con las decenas delíneas aunque eso no me impide meterme en el tren que no es o irme a una línea equivocada pero la capacidad de reacción es rápida; lo cual conlleva un retraso de no menos de 15 minutos (tan largos son los intercambios entre unas líneas y otras que hay hasta 8 salidas en calles diferentes).
El viernes me quedé hasta tarde en la ofi y cuando salí llovía, así que entre el cansancio y la lluvia no apetecía otra cosa que quedarse en el hotel.
Cené en el restaurante del último piso (en la planta 40) con vistas al Monte Fuji aunque como llovía no se llegaba a ver ….
Me decidí por este restaurante no sólo por las vistas (porque más o menos desde mi habitación de la planta 38 se ve prácticamente lo mismo) sino más bien porque decía que el tipo de comida era continental.
No pedía una hamburguesa pero pensé que sería algo más parecido a la comida europea aunque me equivocaba.
No era sushi pero bueno, poco le faltó.
Además no había arroz porque para acompañar la comida en este caso tenían pan y no arroz, así que bueno, mayormente mi cena consistió en una ensalada César y pan.
Sábado: primer día de turismo en solitario en la gran urbe.
¡Qué emoción!
Voy al metro y me intimida tal cantidad de líneas de colorines …. Menos mal que voy al final de una línea y eso no tiene pérdida.
Asakusa es el destino final y desde ahí no fue difícil encontrar el templo Sensoji, también conocido como Asakusa Kannon Temple que es uno de los templos más antiguos de Tokyo.
Para llegar al templo se accede por la calle Kaminarimon (que suena a Caminarium o algo así...) y la calle que empieza en esta puerta con un gran farol rojo, está circundada por tiendas de Souvenirs a ambos lados de la calle.
El templo es grande e impresionante y la arquitectura recuerda a los palacios chinos pero en el interior es muy austero.
Lo mejor es que alrededor hay jardines y otros templetes pequeños y en uno de ellos están celebrando una boda.
Ahí venden todo tipo de souvenirs: farolillos, abanicos, sandalias, calcetines ..... ah! y Kimonos y Yukatas, que no es lo mismo.
El kimono suele ser más caro y normalmente lo utilizan para ocasiones formales como bodas, ceremonia del té o funerales.
El yukata es más informal aunque tiene una hechura parecida, pero no se necesita obi (el cinturón) y es más cómodo de llevar.
Además del templo, hay pagodas y jardines. Toda la zona es muy chula.
Y bueno, en uno de los otros templos había una boda, así que estuve viendo cómo los novios vestidos con kimonos eran conducidos al templo, una ceremonia interesante.
Luego me fui a dar una vuelta por los alrededores y, como el barco para hacer el paseo fluvial tardaba en salir, decidí ir a la zona de Sibuya.
Además del templo, hay pagodas y jardines. Toda la zona es muy chula.
Y bueno, en uno de los otros templos había una boda, así que estuve viendo cómo los novios vestidos con kimonos eran conducidos al templo, una ceremonia interesante.
Luego me fui a dar una vuelta por los alrededores y, como el barco para hacer el paseo fluvial tardaba en salir, decidí ir a la zona de Sibuya.
Ahí la salida del metro te lleva directamente a una de las cadenas de grandes almacenes más famosas.
Lo flipante es cuando se sale de allí ..... la calle está llena de gente ya que es uno de los principales puntos de encuentro de los jóvenes y luego cada vez que se abren los semáforos, marabuntas de peatones cruzan la calle.
¡Alucinante!
También hay un montón de pantallas en los edificios y carteles de Neon.
Una zona muy animada y muy trendy.
Ahí encontré un italiano donde cené y luego me fui al hotel, después de darme una vuelta por otra de las tiendas más conocidas de la zona: Loft que tiene de todo para la casa.
Así que llegué al hotel rendida, cerca de las 9 de la noche.
Prácticamente 12 horas de rule!!!
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